miércoles, 14 de febrero de 2018

41 años - Sylvia Velasco

15, 16, 1, 2… ¡qué más da el día! Cada día lleno de amor es un día 14 de febrero. Para muchos es un día cursi, muy cursi, aunque no podemos dejar de notar a todas edades que el ambiente se llena de una energía positiva, bonita, amorosa, optimista, y de mucha miel en el ambiente y entonces la mayoría de las personas pensamos que si como ese día fueran todos los días nuestro mundo sería más hermoso.

Un amor que ha durado 41 años es lo que yo puedo compartir. Todo comenzó con una cita que no era una cita romántica, sino únicamente un encuentro con una amistad en su oficina. Al no llegar la amiga, pues la invitación a tomar un café se hizo inevitable y ese rico cafecito y sabrosa plática se convirtió en encuentros diarios. A la amiga, ni volví a ver. Pero con él, al año me estaba casando.

La tolerancia, paciencia, aceptación, los momentos de desesperación, adicciones, separaciones, reconciliaciones, economía irregular y un comenzar de nuevo porque la persona vale la pena y vale mucho, dan como resultado un verdadero y único amor. Da una taza de café a diario en cama antes de comenzar al día, un ¿buenos días!, ¿cómo dormiste?, un pensar qué hacer de comer día a día para la otra persona. Dar, dar y dar se convierte en unos de los motivos para que la vida de cada uno tenga un sentido en su respectivo paso por esta vida.

Pregunta obligada: ¿qué han hecho para estar juntos tanto tiempo?

Pues únicamente amar. Amar más allá de los defectos mutuos, de los momentos negros que toda persona tenemos en algún punto de nuestra vida. Respetar la figura humana, aceptar que hay una historia que hace a la persona lo que es. ¿Fácil? ¡Para nada! ¿Ha valido la pena? Muchísimo. Hoy, las tarde-noches viendo en silencio con una botana, abrazados viendo una serie de Netflix lo vale.

Así de simple se convierte la vida después de 41 años juntos.

¡Ay amor, qué cursi me he vuelto y cómo lo amo!

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