De vez en cuando me sorprendo a mí
misma pensando en él, incluso lo descubro en mis poemas, lo veo y hasta lo
puedo sentir en mis estrofas. Me encuentro siempre lamentándome, pensando en
los hubiera y en las palabras nunca dichas. ¡Cuánto quiero que sepa lo que
siento!, que aún tengo muchas cosas que decir, tantas, que a veces se me salen
por los ojos en forma de agua.
Y cuando lo veo con ella no puedo
evitar sentir desasosiego, le grito con la mirada que lo quiero, pero no
encuentra mis ojos, no me escucha. Voy por la vida escribiendo sobre un amor
utópico, pensando en cómo él no ha conocido el mío y en lo desdichada que soy,
porque de las mil flores que ha tenido, ninguna he sido yo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario