Cueva, lengua de avellana,
voz que abona a la calma.
Gestos de flor escogida.
La ternura humea en tu cuerpo
y tibia el patio y el jardín.
Tu ánimo, hogar de abril
Amas, de tu ceño a la tierra
del cielo de estrellas vas desprendida
que a los pájaros y a mariposas
has visto siempre volver
y entregas la azul semilla
de jazmín a la noche.
Un grillo reposa en tu cabello
Canta, y miras detrás de los ensueños.
Lo invitas cada noche a dormir contigo
que al día, sus raíces, aún tocan tu pecho.
Pecho que riega latidos perlinos
Crepitan tus ojos, dorado naranja
Orquídeas llevas en mármol pecho
Alas de helechos crecientes.
Evaporan canela y azúcar
… tus brazos, sahumerio.
Pulsas el campo de piel llovido
y extiendes tu miel en esporas
la felicidad vive en tus dedos
La Compasión deviene arcoíris.
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